miércoles, 31 de diciembre de 2008

Castillos humanos

Hace muchos años, existía un pueblo a orillas del mediterráneo que tenía una peculiaridad.
Todos sus habitantes vivian en una constante posición de castillo humano.
Ya nadie recordaba como se eligió en un principio a los que vivirían en el suelo soportando a todos y al privilegiado que pasaría su vida en la cumbre.
Llegó un día en que un joven de16 años que vivía en el piso 3º desde que nació se preguntó por qué vivían soportando esa situación. Las normas de su pueblo le impedían moverse para hablar con los que estaban encima, con lo cual escribió una carta que fueron pasándose unos a otros hasta llegar a los pisos superiores:

"No puedo soportar esta situación. Desde que nací he conocido mi lugar. Mis padres lo han conocido antes de que naciera. Nadie quiere hacer nada para que esto cambie, porque desestabilizaría la estructura en la que vivimos. Por favor haga algo. Siempre he sido una persona pacífica. Pero sinceramente, creo que esto no es justo. Creo que existe algo mejor."

La carta llegó a lo mas alto. A los 4 días todo el castillo contempló un escupitajo que bajó hasta el suelo, y 14 días después una cadena de capones culminó en la cabeza de nuestro joven. Al ocurrir esto, el chico se giro hacia el piso 4º y preguntó por qué le golpeaban. Un hombre de 47 años le miró paternalmente y explicó:

-"Mediante este sistema, hemos conseguido que todos vivamos en paz durante años. No hay violencia. No hay robos. Si todos vivimos bien, ¿por qué tienes que cuestionar nuestro modo de vida?" El chico se sorprendió enormemente de que alguien que tuviera tan solo un piso menos que soportar a su espalda dijera eso.
-"Mis padres siempre me dicen que la violencia no está aceptada, que no debemos cambiar nuestra estructura, que nosotros sustentamos a unos y otros a su vez nos sustentan sin preguntar, que los que estamos en los pisos inferiores no podemos movernos porque si no se despolomaría la cima.... Pero yo no quiero llegar a la cima, solo quiero que todos nos encontremos en el mismo nivel."
Al oir esto, el hombre del 4º piso soltó una carcajada y aun riéndose replico al joven:
- "¿Cómo no va a haber una cima en un castillo humano?"
Aquel chico se entristeció al oir aquello sin encontrar una respuesta adecuada. Molesto por no hallar la solución dejó sus cosas y se fue a pasear para pensar en ello.
Los pisos inferiores no salían de su asombro. Algunos temían que el hecho de que aquel joven dejara el castillo trajera problemas. Otros tan solo siguieron su ejemplo y echaron a andar.

Tras cinco días pensando por su cuenta, el chico volvía apenado por no haber hallado una respuesta. Pero al llegar al lugar donde se erigía el castillo humano que era su hogar, todo era diferente. Y aquel joven se dio cuenta de que bastaba con buscar la respuesta para hallarla.


Dedicado a los jóvenes griegos que ya han conseguido encontrar su respuesta.

martes, 30 de diciembre de 2008

Señora, tiene usted un gremlin benigno alojado en su estómago.

Inauguro este blog con la primera historia que me ha venido a la cabeza:

Es el año 2010, las máquinas aun no se han rebelado. Aunque lo piensan. La gente corre por las calles evitando las balas de goma de un juguete que se ha puesto de moda y una señora cardada va al médico.

-"Doctor... Me duele bastante el estómago, por aquí, mire, toque toque..."
-"No es necesario, pase por esa puerta. Le harán una radiografía en el momento."

Corre el año 2014 y las máquinas que pensaban rebelarse en 2010 han sido sustituidas por unas más baratas y eficientes que están pensando en rebelarse. La gente corre por las calles porque un satélite se ha estropeado y nadie puede ver en TDT3 su programa favorito "adopción a ciegas".
Ajena a todo, una señora con peluca va al médico a recoger las radiografías que se hizo por algo que no recuerda, aun así esta apuntado en su agenda, y acude al médico.

-"¿Tiene los resultados?"
-"Sí." Contestó pensativamente el doctor mientras hojeaba sus cosas. "Tiene usted un gremlin en su interior. Está alojado en su estómago."
-"Doctora, sea sincera conmigo...¿Es grave?"
-"Se trata de un gremlin benigno, no obstante es demasiado grande y no podemos operarlo." La doctora sacó de unos cajones unas hojas con decenas de sellos holográficos y continuó con un tono condescendiente:
-"No puede usted picar nada después de media noche. De lo contrario, morirá."
-"¿Nada de comida después de las doce?" Durante unos instantes la señora se quedó pensativa mientras se recolocaba la peluca...
-"Entonces doctora dígame... ¿Si como algo mañana por la mañana, se considerará como después de esta medianoche?"
La doctora se sorprendió ante la respuesta y tras unos segundos contestó.
-"Me temo que así es. Mírelo por el lado bueno. Usted está gorda como una foca, su marido se alegrará y podrá tener un entierro National STANDard."

sospechad de las máquinas.